Este inicio de año no ha sido del todo agraciado para los estanqueros. A pesar del aumento de ventas, principal alivio para el sector, llega esta terrible pandemia. Los estancos se enfrentan con más voluntad que medios y, otros mientras tanto, se dedican a cometer robos. Para mayor infortunio, en las últimas semanas se han registrado estafas telefónicas a estanqueros. ¿Qué será lo próximo? Sin duda es momento para estar unidos.
Esta oleada ha comenzado en Baleares, región donde se han registrado más de una veintena de estafas a estancos. El último estanquero afectado fue el presidente de la Associació d’Expenedors de Tabac i Timbre (ASEBA), Guillem Mas Siquier, quien dejaba atónito su testimonio ante los medios de comunicación de la región.
Es posible que en pleno siglo XXI nos preguntemos por qué siguen sucediendo las estafas a estanos pero la respuesta es clara y directa: los estafadores cada vez cuenta con más y mejores medios. En este caso se trataba de una estafa que implicaba a más personas de modo que, nuestra responsabilidad es alertar a todos los estanqueros para que no bajen la guardia.
El modus operandi de la nueva de oleada de estafas a estancos
- Falsa llamada haciéndose pasar por repartidores de material de seguridad
Para comenzar, uno de los timadores llama al teléfono fijo del estanco. Lo que suele suceder es que lo coge una de los empleados. El estafador de que van a recibir un pedido de sistemas de seguridad. Mientras la conversación continúa, una segunda persona llama también al estanco haciéndose pasar por un repartidor. De esta forma, un empleado habla con el supuesto repartidor a través del teléfono fijo, mientras que otro habla con el segundo estafador a través de su teléfono particular.
- Citan datos como el DNI o excusas como “es una sorpresa”
El “repartidor” le explica al dependiente que su jefe está con él intentando hacer el pago que falta de un pedido, pero que, al no aceptar metálico debido a la crisis del coronavirus, necesita que el empleado haga una transferencia. Para ganarse la confianza y no generar dudas, suelen citar documentos personales tanto de los trabajadores como del propietario del estanco, o asegurar que: “se trata de una sorpresa que no quieren desvelar al propietario”.
- Utilizan técnicas como grabaciones de voz para confundir
Uno de los ganchos que utilizan y, que las autoridades todavía no pueden explicar es que al otro lado de la línea se escucha la voz de lo que parece el propietario del estanco rogando que haga la transferencia. En uno de los casos la empleada aseguró que escuchó a su jefe decir al supuesto repartidor lo siguiente: “por favor, dile que vaya corriendo y que haga el ingreso, que si no me ponen una multa de 1.600€ y pierdo los 4.000€ que he pagado”. En aquel momento, la empleada de ese estanco, al igual que los de el resto de establecimientos afectados, confían de forma absoluta en la veracidad de la situación y se disponen a seguir las instrucciones para realizar la transferencia.
- Las transferencias se hacen a una cuenta mexicana a través de Remitly
Las transferencias se hicieron a una cuenta mexicana. En una ocasión fue a través de una app de móvil llamada ‘Remitly’, que los empleados tuvieron que instalarse en sus smartphones, mientras que en otra la transferencia se hizo a través de un locutorio. El primer estanco llegó a enviar 1.600€ que no ha podido recuperar, mientras que el que acudió al locutorio envió 2.345€, de los cuales ha recuperado, afortunadamente, 2.000. No obstante, en ambos casos, el susto posterior fue tremendo, y desde luego en esos estancos no van a volver a confiar en las conversaciones telefónicas de la misma manera.
Es por ello que si recibís una llamada de este tipo, no dudéis. Se trata de una de las muchas estafas a estancos. Inmediatamente hay que ponerse en contacto con las autoridades para que den caza a los estafadores y cese esta indeseable práctica.