Generación W tiene como objetivo principal dar visibilidad a quienes trabajan en el sector promoviendo la igualdad y la diversidad con valores inclusivos. La sociedad y el mundo que nos rodea juegan un papel decisivo en el desarrollo. Generación W cree relevante educar en valores para favorecer la inclusión en cuanto a género, sexo, capacidades diferentes y multiculturalidad.
Apostando por la inclusión de personas con capacidades diferentes para favorecer la igualdad de oportunidades, la transmisión de conocimiento para evitar el edadismo, la cultura de la diversidad y siempre en la senda de promover la igualdad de género en términos de equidad para combatir la desigualdad entre hombres y mujeres, nos entrevistamos con Karina Conde, responsable de Generación W.
Uno de los pilares de GW es “abrir foros de discusión”. ¿Cuáles son las acciones que ustedes desarrollan?
Siempre dentro de la senda de promover la igualdad real, que no es otra cosa que la igualdad de oportunidades y alineados tanto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de ONU, como con el discurso del libre mercado, estamos desarrollando diferentes acciones que canalizamos a través de los formatos de entrevistas, webinars y pronto retomaremos las charlas presenciales, para dar voz a las empresas y asociaciones que nos quieran contar su visón de cómo abordar la diversidad, la inclusión y la igualdad en las organizaciones. Con estas acciones contribuimos a formar liderazgos inclusivos.
También buscan destacar referentes. ¿Qué criterios los guían?
Nos guiamos por dos objetivos: uno es inspirar contando historias y vivencias de mujeres del sector y, el otro, es reconocer de alguna forma el trabajo que están haciendo, cada una desde su lugar, para promover la igualdad y empoderar al talento femenino.
No queremos que los hombres queden afuera del debate. Porque la diversidad en los puestos de dirección mejora el rendimiento en las empresas. El informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre diversidad de género concluye que aquellas compañías que tienen equipos diversos tienen una mejor cuenta de resultados.
También han convocado a los estancos. ¿Qué características han descubierto en el ese sector?
Así como destacamos referentes para inspirar y abrimos foros de discusión para formar o educar, la capilaridad es nuestro tercer pilar. Hacemos que los estancos nos hablen de su diversidad, de cómo son las personas que trabajan en los mismos, destacando la diferencia como elemento que mejora la convivencia y la percepción de los clientes.
LIDERAZGO Y PANDEMIA
¿Cómo ven desde Generación W el liderazgo femenino tras el impacto de la pandemia?
La pandemia global que estamos viviendo ha agudizado la brecha de género. La consultora McKinsey lo corrobora con su estudio Mujeres en el lugar de trabajo 2020. Entre otras cuestiones, señala que, al difuminarse las fronteras entre hogar y trabajo, las mujeres han salido perdiendo claramente en este proceso. Hasta Naciones Unidas ha alertado sobre el riesgo de que, entre las consecuencias indirectas del coronavirus, se produzca un retroceso en los avances que habíamos logrado durante décadas en lo relativo a la igualdad.
Si nos fijamos en España, las estadísticas señalan que la tasa de paro femenino ha crecido más que el masculino. Divulgar estas situaciones forma parte de los objetivos de GW para contribuir a reformular esta tendencia.
En la situación difícil e inédita que estamos viviendo, ¿qué importancia les conceden a las redes de mujeres? ¿Son ahora más necesarias? ¿Cómo nos pueden ayudar?
Las consideramos imprescindibles, pero creemos que tienen que estar integradas también por hombres. Las redes profesionales son fundamentales para promover ese entorno, mantenernos informadas, generar un espacio de networking, para el desarrollo de talento, etc. En Generación W desarrollamos esta estrategia en forma activa con el programa Hazte Embajad@r W.
HOMBRES E IGUALDAD
¿Algún consejo para que más hombres participen en el debate sobre igualdad de género?
Creo que muchos hombres no acaban de entender los problemas a los que se enfrentan las mujeres en el sector o, incluso, en el mundo empresarial en general. Quizá piensan que son inclusivos y que hablan con todos al mismo nivel. Generación W promueve que los hombres se unan al debate, que asistan a nuestros eventos, porque si no sólo estaremos hablando entre mujeres. Las mujeres saben cuáles son sus problemas y por eso necesitan que los hombres participen y las ayuden a resolverlos.
En los eventos de Generación W, la mayoría de los ponentes son mujeres, porque queremos aprender e inspirarnos en las mujeres que han tenido éxito en sus carreras, escuchar sus historias y cómo han superado sus dificultades. Sin embargo, también es importante escuchar a los ponentes masculinos. Hay muchos hombres que han asesorado o ayudado a las mujeres a desarrollar sus carreras. Que sepan que necesitamos que participen podría ayudar a que más hombres quieran hacerlo.
Cuanto más diversos sean los equipos más enriquecidos estarán. Aunque la concienciación está siendo muy fuerte y las empresas con buenos líderes están empujando en esta línea, queda mucho camino por recorrer para potenciar la inclusión de profesionales con capacidades diferentes, mejorar la igualdad de género y la multiculturalidad.
SUS REFERENTES
Cualquiera de nosotros ha querido ser como sus héroes o heroínas desde bien jóvenes. Con los años, las personas que nos influencian van cambiando al tiempo que maduramos y crecemos como individuos. Y en el caso de Karina Conde, ¿quiénes han sido sus referentes a lo lardo de su vida?
“Con 10 años era fan de Raffaella Carrá, pero también soñaba con ser escritora, como Jo. Admiraba a Josephine March, porque la encontraba libre, idealista y luchaba por su independencia. También me gustaba la combativa y cuestionadora Mafalda de Quino.
Pero la realidad es que cuando yo era pequeña no existían muchos modelos femeninos en que inspirarse. Las películas y los dibujos animados no proponían personajes femeninos que mostrasen una vida apasionante, que contribuyeran a alimentar nuestros sueños, a perfilar nuestros deseos y de alguna forma a forjar nuestra identidad.
Por eso, en realidad, las mejores referencias las encontré más cerca, en mi entorno. Mi madre, que me educó para ser autónoma; y mi abuela materna, por estar siempre presente en lo cotidiano. Soy lo que soy gracias a ellas.
Y también tengo grandes referentes en mis amigas. Algunas con experiencias de resiliencia que han sido un gran ejemplo para mí.