Según un estudio realizado por la consultora Deskmind Research en octubre del pasado año, el 97% de los 850 fumadores de tabaco encuestados que han comenzado a vapear han conseguido reducir el consumo de tabaco e incluso abandonarlo.
Según Deskmind Reseearch, el 48% declara que, después de llevar vapeando más de un mes, ha dejado completamente el tabaco, no fumando ya, ni un solo cigarrillo. Por otro lado, el 49% de los encuestados, asegura haber reducido considerablemente la cantidad de cigarrillos de tabaco fumados a diario a raíz de haber empezado a vapear.
Asmismo, estos datos ascienden al 100% de fumadores cuyo consumo de tabaco anterior a su incursión en el mundo del vapeo era de una cajetilla o más de cigarrillos fumados al día. En este caso, el 49% declara haber dejado por completo el tabaco, mientras que un 51% asegura haber bajado su consumo considerablemente, de media 15 cigarrillos menos al día desde que comenzaron a vapear.
El estudio muestra que el 80% de fumadores declaran que el principal motivo para entrar en la categoría del vapeo es reducir o eliminar su consumo de tabaco. Le siguen, de lejos, motivos como el de evitar, mediante el vapeo, que el humo del tabaco moleste y perturbe a los que tiene alrededor (6%) o mejorar su bienestar físico mediante la sustitución del tabaco por el vapeo (3%).
Impacto negativo de fumar en lugar de vapear
Otro estudio de la misma compañía realizado en noviembre sobre la influencia de la campaña del Ministerio de Sanidad “El tabaco ata y te mata. En todas sus formas”, señala el impacto negativo que ha tenido el mensaje, puesto que antes de ver esta campaña el 53% de los encuestados consideraban el vapeo igual de dañino que el tabaco y, tras la campaña, ese porcentaje se ha incrementado hasta el 63%.
Otra encuesta realizada a estanqueros destaca que un tercio de ellos han notado una caída de ventas de dispositivos de vapeo tras la campaña y que un 93% no ha notado pérdidas en la venta de tabaco. Según la encuesta, los estanqueros estiman que la campaña ha conseguido que muchos vapeadores dejen de vapear y que un 34% de ellos vuelvan al tabaco o fumen más (hasta un 38% más) que antes de la campaña. Según la primera encuesta, tras la campaña, un 37% de los usuarios de vapeadores ha reducido su consumo en un 29% y un 8% ha dejado de utilizarlos.