Cuál es el origen del papel de fumar? ¿Cómo se ha llegado desde los primeros papeles que se utilizaron para liar tabaco y fumarlo hasta las más actuales tendencias? Aunque parezca mentira, la historia del papel de fumar se extiende a lo largo de los últimos siglos, con efemérides que en su momento supusieron avances incuestionables y que, aún hoy, siguen estando igual de vigentes.
parte del papiro y del pergamino utilizados respectivamente por los egipcios y por las culturas grecorromanas, las primeras superficies sobre las que escribir parecidas a lo que hoy conocemos como papel se originaron en China utilizando residuos derivados de los más diversos materiales (tela, paja, cáñamo, seda, algodón…), pero no fue hasta el Siglo II antes de Cristo cuando un consejero del entonces emperador de la dinastía Han Oriental elaboró una pasta de fibras vegetales con alto contenido en celulosa que luego laminaba y secaba.
De Asia se extendió posteriormente hacia occidente, haciéndolo suyo los árabes, quienes lo introdujeron en España en el Siglo XI durante su ocupación de la Península Ibérica, ubicándose en Xátiva (Valencia) la primera fábrica europea de papel en el año 1056. Después se extendería a otros países del viejo continente, empezando por Italia y Francia.
Hasta Alcoy llegó en 1815 procedente de Xátiva el sacerdote dominico Jaime Villanueva Estingo con un invento: el librito de papel de fumar. El religioso se percató que el papel de fumar sería más cómodo de llevar si ya estaba cortado a la medida y protegido en un librito, en vez del pliego de papel que había que ir recortando según se usara.
De hecho, el nacimiento del cigarrillo enrollado moderno se sitúa en Sevilla allá por 1614, cuando el rey Felipe III exigió que todo el tabaco llegado del Nuevo Mundo pasara por la ciudad hispalense para controlar su venta y su precio y convirtiéndose en el centro de la producción de cigarros. El caso es que la gente menos pudiente recogía los restos de tabaco que no se utilizaban en los cigarros, así como los restos de los puros que los ricos sí podían permitirse fumar, los deshacían y los enrollaban en papel de periódico para poder fumarlo.
Hasta aquí bien, pero ¿y el papel de fumar? Si bien podría parecer que la ven- taja en la carrera por el papel de fumar en el tiempo favorecería a China, la realidad es que éste se produce en aquel país desde hace relativamente poco tiempo. Y ello por la sencilla razón de que el emperador Chongzhen prohibió el tabaco y ordenó decapitar a quien lo consumiera, lo que hizo que el tabaco estuviera prohibido durante cientos de años. Además, según cuentan, el papel de fumar que se hace en China es realmente el papel que se mete en la punta de los zapatos en las cajas, frágil y de combustión rápida, pero que se comercializa como papel de fumar.
Aparte del papiro y del pergamino utilizados respectivamente por los egipcios y por las culturas grecorromanas, las primeras superficies sobre las que escribir parecidas a lo que hoy conocemos como papel se originaron en China utilizando residuos derivados de los más diversos materiales (tela, paja, cáñamo, seda, algodón…), pero no fue hasta el Siglo II antes de Cristo cuando un consejero del entonces emperador de la dinastía Han Oriental elaboró una pasta de fibras vegetales con alto contenido en celulosa que luego laminaba y secaba.
Descartados los chinos, todo apunta hacia Europa. ¿O no? Porque el tabaco viene de América, donde es conocido desde hace miles de años y utilizado por los nativos americanos para su consumo. Incluso hay alguna representación de la cultura maya que muestra a una persona fumando un rollo de hojas de tabaco ata- das con una cuerda. Y los descubridores españoles, cuando llegaron a las islas del Caribe, fueron testigos del uso que le dio la vieja Europa. Napoleón Bonaparte contribuyó a que se popularizase su uso en Francia a partir de 1796 tras encargarle al fabricante de papel Pierre de Lacroix que produjera papel de fumar para sus tropas, naciendo así la marca Rizla+. Y casi un siglo después, en 1894, los hermanos Braunstein inventan un aparato que entrelaza las hojas de papel de fumar, montando las hojas de tal manera que, al extraer una hoja, aparezca automáticamente la siguiente, dando origen al actual librito de papel de fumar y a la marca Zig-Zag.
GRAMAJE Y TAMAÑO
Tipos de papel, gramajes y su relación con la combustión | ||
Tipo | Gramaje | Combustión |
Thinnest | 10 g/m2 | La más lenta |
Ultrafino | 12.5 g/m2 | Muy lenta |
Muy fino | 13.5 g/m2 | Muy lenta |
Fino | 14.5 g/m2 | Lenta |
Medio | 15 g/m2 | Normal |
Medio | 17.5 g/m2 | Normal |
Regular | 19 g/m2 | Rápida |
Regular | 21-23 g/m2 | Rápida |
El gramaje en el papel de fumar (peso por metro cuadrado, expresado en g/m2) es una de sus principales características y va a determinar otros parámetros, como la transparencia y la opacidad, su combustión (más lentamente). Así, podemos establecer una clasificación de los papeles de fumar en función del gramaje, siendo el menor el denominado Thinnest (10g/m2) y el mayor el denominado Regular (21-23 g/m2). Por su parte, en cuanto a tamaño, podemos establecer principalmente tres tamaños distintos. El formato Regular es el más pequeño de todos (69 x 37 mm) y también se denomina Small, Single Wide o 1.0. Este formato, conocido también como Estándar o Ancho Simple, surgió cuando el rey Jaime I promulgó fuertes impuestos al tabaco, lo que llevó al mercado británico a un papel de fumar más pequeño que podía contener un 25% menos de tabaco que el formato habitual, llamado Tamaño Español, que fue el imperante en el mercado europeo. Este formato Medium es ligeramente mayor que el regular (1/4 más), con unas medidas aproximadas de 77 x 44 mm y es también denominado 1 1/4 ó 1.25. Y el King Size, que es el formato más grande, con una longitud de 108 mm y una anchura varía entre los 52, los 44 y los 36 mm.
EL ENGOMADO
Parece ser que el engomado del papel de fumar data del año 1883, cuando se comenzó a aplicar una pequeña línea de goma en uno de los lados mayores del papel de fumar para facilitar el liado del cigarrillo. Actualmente se utilizan dos tipos de engomados en los papeles de fumar: el acetato de polivinilo, más conocido por PVA o adhesivo vinílico; y la Goma Arábiga, un producto totalmente natural. En cuanto al PVA, se trata de un polímero obtenido mediante la polimerización del acetato de vinilo, que en la industria alimentaria se usa, entre otros fines, para preservar el queso de la humedad y los hongos o como base neutra para la goma de mascar (chicle). La goma Arábiga natural, por su parte, procede exclusivamente de la Acacia Senegalesa, un árbol originario de países como Omán, Pakistán y el noroeste de la India, así como de regiones semidesérticas del África subsahariana.
Es una sustancia producida por las acacias para cerrar sus grietas y heridas en el proceso de cicatrización, evitando de esta manera la entrada de gérmenes. Es un polisacárido de origen natural de color ámbar que se recolecta normalmente a mano una vez seca. Los papeles más naturales son aquellos que llevan una goma 100 % natural vegetal y sin colorantes y la cantidad mínima a aplicar dependerá del papel sobre el que va a ser dispuesta, fundamentalmente de su porosidad y de la cantidad de carbonato cálcico. No se le conocen efectos tóxicos y por ello no hay límites establecidos en su uso.