Recuerdo que cuando se decretó el estado de alarma muchas fueron las voces que se posicionaron en contra de que los estanqueros continuasen con su actividad. Realmente, no es que se posicionaran en contra, sino que prácticamente indicaron que esta decisión era casi una manera de poner en riesgo la salud de la ciudadanía en su conjunto y, la figura del estanquero, quedaba equiparada a la del verdugo. Un sinsentido que ha quedado patente después de dos meses de confinamiento.
Comencemos por lo obvio: es evidente que se fuma menos. Apenas se sale a la calle, no se hace vida social, los bares y las cafeterías están cerradas y las terrazas son cosa del pasado, a pesar de la fase de desescalada. No obstante, no debemos olvidar que los fumadores lo siguen siendo aún en cuarentena e, indudablemente, necesitan un lugar donde adquirir tabaco.
Las consecuencias de cortar su suministro legal a la población podrían haber sido desastrosas: no sólo habría afectado al cumplimiento del confinamiento, sino que hubiera dado vía a libre al contrabando de labores y productos del tabaco. Porque, no olvidemos, que el contrabando de tabaco es un problema real, especialmente en las regiones fronterizas.
De no haber estado abiertos los estancos, los consumidores se habrían visto obligados a recurrir a estas otras vías que tanto daño provocan a su , a la sociedad y al Estado, que sin duda depende de los impuestos derivados de la venta de tabaco para cuadrar sus cuentas. De esta manera, al mantener abierto los estancos mientras se cierran los bares y los lugares de encuentro social, el Gobierno ha conseguido solucionar el problema del contrabando, al menos de manera temporal.
La razón de esto es que, con dificultades para relacionarse con otras personas y el tráfico fronterizo limitado, los contrabandistas se han visto obligados a parar sus operaciones. Así, sus clientes habituales han sido forzados a acudir a sus estancos más cercanos por primera vez. Esto, sin duda, es una buena noticia para los empresarios.
Los estanqueros han combatido cara a cara con el contrabando
Para ilustrar nuestras palabras, debemos mencionar el curioso caso de la región del Campo de Gibraltar, la zona de España más próxima a la colonia inglesa. En esta área la demanda de tabaco es inusualmente baja; tanto es así, que en la población de La Línea, de 70.000 habitantes, sólo hay tres estancos. Además, estos venden “prácticamente nada”, según la Asociación de Estanqueros de Cádiz. Esta situación contrasta con la del peñón inglés: en ese enclave entra el doble de tabaco que en toda la provincia de Cádiz, pese a ser hogar de apenas 30.000 habitantes.
La razón de estas cifras es evidente: allí, el contrabando de tabaco o “matuteo” es el pan de cada día. Pero entonces llegó el estado de alarma, y con él el cierre de miles de establecimientos y la prohibición de salir de casa sin justificación. Por si fuera poco, las fronteras se cierran: en Gibraltar han pasado de 10.000 vehículos diarios 1.000, y de 30.000 peatones diarios a 2.000. Esto supuso un duro golpe para los contrabandistas, y los consumidores deben ahora adquirir su tabaco en estancos regulados de la zona.
De esta forma, y por primera vez, se están obteniendo datos reales de consumo de tabaco en la zona de Campo de Gibraltar, donde los estancos han aumentado entre un 100 y un 200 por ciento sus ventas. Esta situación contrasta con la del resto de la provincia, donde la venta se ha reducido entre un 30 y un 40 por ciento. Sin duda, estas cifras avalan la decisión de mantener los estancos abiertos, no solo por la economía de los empresarios, sino por la sociedad en su conjunto que se beneficia de esta reducción de la actividad criminal y una mayor recaudación de impuestos en las zonas afectadas.
Pero no debemos caer el resultadismo, para nada, sería un error. Es tiempo de que miremos a todos esos estanqueros que han estado y siguen estando trabajando de cara al público, exponiéndose sin medios, sin apoyo y prácticamente abandonados por el Estado. Es tiempo de mirarlos y reconocer su importante labor porque ellos también #estancontigo.