Begoña de Horna, directora general de Landewyck Tabacos España, ha desarrollado su trayectoria profesional en marketing y ventas, trabajando en compañías multinacionales dedicadas a bienes de consumo de alta rotación. Su primer trabajo fue en México. “Acabé mis estudios y me volví a emprender mi primer trabajo en marketing, en una multinacional, para ocuparme del lanzamiento de los primeros pañales en el mercado que tenían elásticos en las piernas. Después volví a Canadá y trabajé en agencias de publicidad, en la Lotería del Estado y en una empresa de vinos, locales e importados”.
Madre de tres, abuela de uno, Begoña de Horna tiene una extensísima trayectoria profesional, que se ha desarrollado en distintos mercados y en diferentes idiomas. Esta española, nacida en Ciudad de México, asegura que su tiempo libre es exclusivamente para sus afectos. Le gusta escaparse los fines de semana que le es posible y disfruta cocinando y compartiendo esos momentos con amigos y familia.
Como nos cuenta Begoña de Horna, la del tabaco “es una industria apasionante y compleja, con muchos retos que requieren de mucha dedicación, agilidad para hacer frente a los cambios y, desde luego, tesón”.
¿Qué piensan tus amigos y familia de cómo cocinas?
Pues, no se quejan y repiten (risas).
¿Cuál ha sido tu formación académica?
Estudié Business Administration, con especialidad en marketing y estadística, en la Concordia University de Montreal, Canadá. Soy española, pero nací en Ciudad de México, porque mis padres estaban viviendo y trabajando allí. Cuando mis padres me dijeron: “¿dónde quieres ir a estudiar?”, yo tenía claro, que quería estudiar en inglés y vivir en una ciudad en la que también se hablara francés.
¿Cuándo vienes a vivir a España?
Vengo a España en el año 90 porque a mi marido le ofrecen un trabajo aquí y a mí me hizo ilusión que mis hijos crecieran en Europa. Tengo dos chicos y una chica que nació en Madrid.
Y aquí es cuando empieza tu relación con la industria del tabaco…
Así es. Hace ya 25 años que empecé a trabajar para la industria del tabaco, desde Rothmans, seguida por Imperial Tobacco para continuar en Heintz van Landewyck. Es una industria apasionante y compleja, que está invirtiendo en las nuevas categorías que se perfilan como futuros pilares de la industria.
¿Cómo has hecho para conciliar vida laboral, personal y familiar?
Supongo que es como todo en la vida. Ha sido cuestión de organizarse mucho y bien, de compartir las prioridades con mi marido apoyándonos mutuamente, de la generosidad de mi entorno laboral y de intentar ver siempre el lado bueno de las cosas.
En una industria tradicionalmente liderada por hombres, ¿cómo ves el talento femenino en el sector?
La industria del tabaco, como muchas otras industrias, lleva dando un paso firme primando el trabajo y el mérito de los trabajadores por encima de otras consideraciones.


A lo largo de mi trayectoria me he encontrado con alguna persona difícil, pero he tenido la suerte de tener a jefes y a compañeros muy solidarios con las mujeres y que han estado en muchos retos que requieren de dedicación, agilidad para hacer frente a los cambios y, desde luego, tesón.
En un mundo donde muchos proyectos son a corto plazo, por no decir efímeros, ¿cómo es liderar una empresa con más de 175 años de trayectoria como Landewyck?
Para mí es muy gratificante formar parte de una empresa con un arraigo a sus raíces y un legado tan sólidos. El haber celebrado este año el 175º aniversario, nos da una idea de la importancia que tiene en Landewyck la visión de la continuidad de la compañía familiar. Por ello no es de extrañar que el grupo decidiera invertir en la construcción de la nueva fábrica manteniéndola en Luxemburgo, cuando hoy en día vemos que muchas fábricas han trasladado la producción fuera de Europa para abaratar costes. Si bien el corto y medio plazo ocupan nuestras agendas, la visión empresarial de futuro y la incansable motivación para hacer avanzar a la compañía están a la orden del día. De ahí que la empresa esté también cómo decirte, peleándose con ellas. Me cuesta mucho pensar que las mujeres tienen que pelear solas. Eso no lo veo correcto.
Parte del camino se va andando, pero ¿queda mucho por hacer en temas de igualdad, equidad salarial, etc?
Desde luego que siempre hay cosas que mejorar, pero con las nuevas generaciones ha habido mucho trabajo que se ha hecho. Hoy en día no hay límites para que una mujer pueda formarse y dedicarse de lleno a una profesión. Y esto conciliando vida profesional y personal. Cierto es que no siempre ha sido así, pero creo que la desigualdad no puede perdurar en una sociedad cabal.
¿Cuáles son las políticas de Landewyck en torno a estos asuntos de los que hablamos?
La verdad es que nuestro planteamiento nunca se ha enfocado en una cuestión de hombre vs mujer… para cubrir los puestos de trabajo, elegimos a las personas por sus méritos, sus aptitudes y actitudes.
Aparte de ti, ¿hay otras mujeres en puestos de responsabilidad dentro de la compañía?
Desde el primer momento ocurrió que fuimos una mayoría de mujeres en los puestos de dirección. Ha sido a lo largo del tiempo, a medida que hemos ido creciendo, que de forma totalmente natural se ha ido equilibrando la situación.
¿Cuáles han sido tus referentes femeninos?
Mi primer referente fue sin duda el ejemplo que tuve en casa. Mis padres me educaron inculcándome que el trabajo y el esfuerzo te llevan a lograr lo que te propongas… fueses hombre o mujer. También he tenido la suerte de encontrarme con mujeres de mucha valía y mucho coraje al igual que con hombres que han confiado en mí y me han dado oportunidades para seguir creciendo como profesional.
Pero si tuvieras que elegir a una mujer como referente ¿a quién elegirías?
Sin duda, mi referente femenino es mi madre. Mi madre es fantástica, es única. Es tan increíblemente única que, en el momento COVID, se dedicó a darle clases de cocina a mis hijos por WhatsApp. A sus 89 años sigue siendo una mujer muy dinámica, interesante y está muy pendiente de todo lo que ocurre. Ella me informa de lo que pasa en el día a día, ya que yo tengo poco tiempo para enterarme.
¿Qué supone para ti liderar la filial de Landewyck en España, en la que, por cierto, ahora estáis celebrando que cumple 10 años?
Estoy muy orgullosa de liderar a un magnífico equipo que está totalmente entregado a un objetivo común. 10 años ya… Se me han pasado volando. Lógicamente es echando la vista atrás cuando nos damos cuenta hasta qué punto han pasado cosas desde que empezamos a operar como Landewyck Tabacos España. En estos años, la industria ha franqueado cambios muy complejos y nuestra empresa ha sabido hacerles frente generando, además, resultados de crecimiento de forma continuada. Hemos prosperado como empresa creando nuevos puestos de trabajo, lanzando nuevas marcas, mejorando nuestra presencia en el mercado y cuidando mucho el servicio que merecen nuestros Estancos. Hoy en día, Heintz van Landewyck ha confiado en su equipo en España para gestionar los distintos mercados que componen la Región de Iberia.
¿Qué te ha aportado esta etapa que ya se prolonga una década?
Me ha aportado mucha agilidad para adaptarme a los continuos cambios de la industria, que se está volviendo cada vez más compleja por su regulación y por las directivas tanto europeas como locales. Por ello hay que ser ágil en el momento de aplicar los cambios sin interrumpir tu dinámica de empresa. Yo, que he estado trabajando muchos años en departamentos de marketing, ahora mi ámbito de responsabilidad va mucho más allá, en la dirección general tienes que estar en todo.