El 55% de los estanqueros que ha participado en una encuesta realizada por LBF-Retailers for the Future ha indicado que no formaría parte de los colectivos prioritarios de vacunación. Con este dato queda patente que el colectivo de titulares de la red de expendedurías de tabaco de España, a pesar de su labor de cara al público y de que el estanco recibe una media de 100 visitas al día, seguiría el criterio establecido por Sanidad.
Es innegable que tanto el personal sanitario, auxiliares, farmacéuticos, policías y otros colectivos que han afrontado la pandemia cara a cara tengan que ser prioritarios a la hora de vacunarse. No obstante, el criterio a la hora de vacunar a, digamos, una segunda fila de profesionales, no quede lo suficientemente claro.
Sin ir más lejos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, propuso que el personal de los negocios de hostelería fueran vacunados dentro de estos colectivos prioritarios. Asimismo, en la Comunidad Valenciana, “sólo los colegiados en activo que estén ejerciendo la profesión (lo que incluye a quienes estén de baja o sometidos a un ERTE) y que tengan una edad de hasta 56 años (para así ajustarse a lo prescrito con la vacuna de AstraZeneca), serán llamados por las mutuas a ser vacunados, previsiblemente, a lo largo del mes de marzo”.
¿Cumplirían los estanqueros con los criterios de vacunación prioritarios?
En principio sí. Teniendo en cuenta que el estanco es un negocio tipificado como de primera necesidad durante el confinamiento y, que se tratan de establecimientos que ofrecen servicios de apoyo a la Administración Pública como, por ejemplo, la solicitud del certificado de defunción, tendría mucho sentido.
La opinión de los estanqueros es clara
A pesar de que los motivos anteriormente expuestos justificarían la entrada de los titulares de expendedurías de tabaco dentro de los grupos prioritarios de vacunación, su opinión mostrada en esta encuesta es clara: no formarían parte. Sin duda alguna, la honestidad del sector queda clara.
Ante los abusos cometidos por parte de políticos que se han colado en el turno de vacunación, los estanqueros prefieren continuar con su trabajo y esperar al turno fijado por el Ministerio de Sanidad. Una decisión que les honra puesto que, recordemos, siempre han mantenido el silencio frente a las críticas recibidas por ser designados como prestadores de servicios de primera necesidad.
Como siempre, el Gobierno en su labor criminalizadora del sector del tabaco, olvida que los estanqueros generan un gran soporte económico a las arcas del Estado pese a ser pequeños negocios que en muchas ocasiones no dejan de ser familiares. Sin duda alguna y, en una ocasión más, la actitud de los titulares de las expendedurías dan una lección ejemplar de valores y honestidad a la Administración Pública.