IQOS 3 ha llegado de una manera espectacular, y no sólo me refiero a su presentación en sociedad, sino a su estilo más refinado, elegante y ergonómico. Si a esto le sumas una mayor autonomía y una reducción en los tiempos de carga entre el consumo de un Heets y otro, el resultado es el de un dispositivo que ha sido actualizado para mejorar la experiencia del consumidor.
Cuando en 2016 Philip Morris presentó la primera versión de IQOS, ninguno de los presentes podríamos imaginar que este dispositivo se actualizara de una manera tan profunda en tan solo tres años. Y no sólo me refiero al cuidado diseño, propio de un gadget tecnológico más que de un producto para calentar tabaco, sino de su mejora en el rendimiento y la aparición de un nuevo miembro de la familia: IQOS 3 Multi, del que también hablaremos en otro análisis a fondo.
¿Hay una revolución en IQOS 3?
No y eso es lo bueno. Las revoluciones suelen ser cambios profundos y, en muchas ocasiones convulsos. En este caso IQOS sigue apostando por el mismo sistema de calentado de tabaco: una fina lámina de alta calidad y resistencia que calienta la unidad de tabaco a una temperatura máxima de 350 grados. Es decir, la esencia del dispositivo no cambia, pero las prestaciones sí.
En concreto, una de las mejoras que incluye este nuevo dispositivo es que reduce el tiempo de carga entre consumiciones con respecto a la versión anterior: desde que pulsamos el botón de encendido, hasta que llega a una temperatura óptima para el consumo, tarda entre 15 y 20 segundos. Aunque, si bien es cierto, la diferencia más notable se encuentra en los tiempos de carga del dispositivo cuando lo introducimos en el cargador de bolsillo. En este caso solo necesita algo más de tres minutos y medio, 40 segundos menos que en la versión 2.4, para estar totalmente listo y realizar otros 20 consumos.
En cuanto a la carga del cargador de bolsillo, no del dispositivo, los tiempos siguen siendo de unas dos horas, aspecto en el que seguro que ya se trabaja para su mejora.
Si bien es cierto, la batería es la misma que en la versión 2.4, la cual apuesta por una de 2.900 mAh. ¿Dónde está la diferencia entonces? En el rendimiento que ofrece. A pesar de tener la misma potencia, ofrece una vida útil de casi el doble de cargas en relación a la otra versión. Es decir, la batería del IQOS 2.4 tiene una vida útil de hasta 7.300 usos y la del modelo 3 de hasta 14.600 usos. Con esto queda patente que Philip Morris apuesta por un dispositivo duradero para que el consumidor no tenga que estar cambiándolo cada vez que haya uno nuevo.
Por otro lado, la experiencia sigue siendo la misma puesto que, los Heets no han cambiado. Su composición, elaborada a base de láminas de tabaco, ofrece una calada idéntica al del cigarrillo pero mucho más suave y menos pesada ya que es vapor de tabaco lo que se inhala. No cabe duda de que es la fórmula de éxito que la marca va a conservar durante muchos años.
¿Dónde está el secreto de las mejoras?
En primer lugar y, como es más que obvio, en el equipo de desarrollo de producto, pero, también en las opiniones de los consumidores. Philip Morris ha tenido en cuenta todos los comentarios que le han hecho llegar los usuarios habituales del dispositivo para desarrollar una versión mejorada y, sinceramente, se nota. Esto lo podemos ver en los ya mencionados tiempos de uso y carga, una petición generalizada de casi todos los usuarios de IQOS.
Principales diferencias estéticas
Mientras que las anteriores versiones optaban con un diseño cuya apertura se encontraba en la zona superior, la nueva serie se abre de forma lateral con un cierre magnético, lo cual ofrece una mayor ergonomía y comodidad para su uso. Los indicadores led y el botón de encendido y apagado se encuentran en la zona superior, en lugar de la lateral como ocurría con el 2.4, y el diseño de la nueva petaca es más largo y menos ancho que sus predecesores. Esto facilita el uso del sistema de apertura lateral y su manipulación en general.
El tacto es igual al de las series anteriores aunque, en esta ocasión incorpora el sistema ProtectPlus que dota al cargador de bolsillo de una mayor resistencia a los golpes y durabilidad. Dentro de ésta, encontramos el dispositivo, que también ha sido sometido a cambios estéticos. El nuevo es mucho más minimalista, con un botón más pequeño y sin la hendidura central. En general, si hablamos de estética, IQOS 3 es un dispositivo más refinado y con una importante mejora en la ergonomía.
Por último, en materia estética, también incorpora una gran diferencia: la personalización. Mientras que la versión 2.4 únicamente disponía de 12 cabezales de color, la 3 ofrece más de 500 opciones de personalización combinando las distintas opciones de cabezales, puertas y los 4 colores en los que se oferta el dispositivo: blanco, negro, azul y dorado. Sin duda cada IQOS 3 ofrece la posibilidad de ser único.
Conclusiones del test
IQOS 3 es un dispositivo bien pensado, sobre todo desde el punto de vista del consumidor. Han sabido interpretar las necesidades de los usuarios y las han plasmado en un dispositivo mucho más afinado. Cabe destacar que la reducción entre los tiempos de consumo es el gran acierto de esta plataforma de tabaco calentado que pretende sentar cátedra. Asimismo, la fiabilidad se ha mejorado gracias a la optimización de la batería que, en esta versión, ofrece casi el doble de usos que la versión 2.4 de IQOS. Todo son mejoras que marcarán la diferencia con el modelo anterior. Si bien mantiene los avisos por vibración del dispositivo cuando está listo para su uso, por otro lado, ofrece a los usuarios más de 500 posibilidades de personalización de modo que, cada IQOS puede ser casi una pieza única, desde la parte externa de carga hasta el propio dispositivo donde se inserta la unidad de tabaco calentado. Por último y, como recomendación, Philip Morris debería trabajar en el desarrollo de baterías de mayor duración, así como de una optimización de la carga, para que se reduzcan los tiempos de recarga del cargador de bolsillo. En definitiva, IQOS 3 no es una revolución, pero sí ofrece mejoras considerables para hacer mejor su uso en el día a día.