Hay detalles que marcan el nivel de un evento. The Royal Society, una de las instituciones más respetadas del Reino Unido. Cerca de 400 delegados, la mayoría periodistas de medios de todo el mundo –entre los que se encontraba La Boutique del Fumador como único medio especializado español– científicos, protagonistas de todos los eslabones de la cadena de valor del vapeo, reguladores, asociaciones a favor y en contra… la auténtica cumbre del sector que celebra su séptima edición en un momento especialmente tenso por la corriente prohibicionista que sopla desde los Estados Unidos por informaciones manipuladas y que amenaza a las libertades de los consumidores de países como el nuestro.
Expertos como Cliff Douglas, director de la American Cancer Society y del Centro para el Control del Tabaco (CTC, por sus siglas en inglés), incidió en el problema del acceso de menores a dispositivos de nicotina sin límites como en la UE y de cómo la Administración de Trump está siendo presionada por los lobbies sanitarios para implementar una regulación mucho más restrictiva que la actual con prohibiciones de sabores, algo que podría hacer que los menores volvieran a fumar tabaco, según Douglas. “Si demonizamos los e-cigs, conseguiremos que el tabaco vuelva a ser la opción”.
El profesor Martin J. Jarvis, profesor emérito de la University College of London, abordó también el problema del acceso de los menores a los cigarrillos electrónicos. Tan sólo un 1% de los menores que nunca han fumado un cigarrillo han probado un cigarrillo electrónico. Las cifras que mostró el Profesor Jarvis evidencian que es similar el porcentaje de menores que prueban una u otra opción: “Encontramos un abismo enorme entre la visión de una epidemia de uso de e-cigs amenazando con sumergir una nueva generación en la adicción a la nicotina y la realidad de las ‘evidencias’ propagadas por el New York Times”.
Deborah Arnott, directora de Action on Smoking and Health (el mayor lobby antitabaco de Reino Unido), “tiró de las orejas” para evitar un incremento de la regulación en el Reino Unido. Pese a que las estadísticas apuntan que los menores no están accediendo a estos productos, hay que tomar control en la presentación de los sabores y en el control de los puntos de venta. Remarcó la importancia de que los fabricantes no se salten los límites de la publicidad, que se deben regular los sabores sin nicotina para evitar hacerlos atractivos para los menores si no queremos que llegue la “cajetilla genérica”.
“Si entre los menores sube el consumo de cigarrillos electrónicos, pero baja el de cigarrillos tradicionales, está claro que no es válido el argumento de que estos productos son la puerta de entrada al tabaco”, afirma el Profesor Ron Borland, de la Universidad de Melbourne (Australia).
Respecto a los tan famosos casos de afecciones de pulmón achacados al vapeo en EE.UU. en los últimos meses, John Britton, profesor de Epidemiología y director del Centro de Estudios para el Tabaco y el Alcohol del Reino Unido, refleja cómo un 86% de ellos usaron productos de THC y, de acuerdo con los análisis de laboratorio, un 82% de las muestras contenían THC, la mayoría provenientes del mercado ilegal. El profesor fue muy claro destacando que, “sin duda, vapear es mucho menos nocivo que fumar”.
El doctor Konstantinos Farsalinos habló del riesgo de enfermedades cardiovasculares, señalando que la cafeína tiene los mismos efectos que el vapeo o los productos sustitutivos de nicotina y desmintiendo estudios malintencionados con los que, sin pruebas fehacientes, se atribuye a los cigarrillos electrónicos incidencia en la posibilidad de sufrir un infarto de miocardio. Estudios que no tienen en cuenta el historial del paciente respecto el tabaco. Según Farsalinos, no hay asociación significativa entre el uso de cigarrillos electrónicos y las enfermedades cardiovasculares.
Sarah Jackson, del Grupo de Estudios de la UCL, reportó sobre el éxito de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar. Primero desmintió el hecho de que se esté “renormalizando” el hecho de fumar, ya que las cifras muestran claramente la caída en el consumo. Habló del uso dual y sus motivaciones, la mayoría ligadas a dejar de fumar o a reducir el consumo. Incluso los consumidores duales tienen 2,8 veces más de probabilidad de dejar el tabaco con cigarrillos electrónicos que con otros medios.
Datos sobre cesación que fueron respaldados por Peter Hajek, profesor de Psicología de la Universidad Queen Mary de Londres, remarcando que los e-cigs son más efectivos y más económicos que aquellos financiados por la sanidad.
La crisis del Vapeo en los EEUU
Según el estudio de ECig Intelligence, desde agosto de 2019 empiezan a aparecer casos que se mezclan y forman la tormenta perfecta contra la industria. Comienzan a prohibirse los sabores, retailers como Walmart que dejan de vender los productos de vapeo (y no los cigarrillos) y las expectativas llevan a pensar que el crecimiento de los últimos años se va a transformar en caída en los EE.UU. para 2020.
Hasta siete estados prohíben los sabores (Michigan, Massachusetts, Montana, New York, Oregon, Rhode Island & Washington), así como 8 ciudades importantes, entre las que encontramos Los Ángeles, San Francisco, Chicago, Boston o Filadelfia.
Una ola de regulación sin sentido llega a países como Corea del Sur, China, India, México, Israel y Canadá, poniendo barreras a estos productos de potencial riesgo reducido.
Liam Humberstone, de la IBVTA (Independent British Vape Trade Association), destacó que es importante desmentir titulares que están haciendo daño a las tiendas, aunque ya sea tarde, y revindicó la importancia de los sabores: “Queremos seguir dando a los consumidores la capacidad de elegir dispositivos y líquidos y la variedad de sabores que es importante para mantenerle en el consumo en lugar de que vuelvan a los cigarrillos”.
“Las tiendas de vapeo son profesionales, serias y ofrecen al consumidor información adecuada. Estos varían de los preferidos por los nuevos usuarios y por los que ya llevan tiempo vapeando. No se venden vapeadores sin sabor”. Y continúa afirmando que “lo importante es controlar la calidad, definir estándares relevantes y tratar de frenar la excesiva regulación en ese sentido”.
Por último, Clive Bates, director de The Counterfactual, criticó duramente los ataques regulatorios que lo que finalmente pueden llevar es a perpetuar el hábito de fumar para siempre. “El prohibicionismo se cree que por prohibir va a desaparecer algo, sin tener en cuenta el mercado ilegal y sus consecuencias”.
“Los excesos regulatorios para aprobar un producto dejarán solas a las compañías tabaqueras y no permitirán que pequeñas start-ups inviertan. Debería ser como el mercado de la cerveza, con las industriales de gran consumo y las pequeñas artesanales”, afirmó Bates.
En definitiva, eventos como The E-Cigarette Summit sirven para constatar la seriedad de una industria que afronta una crisis de confianza importante por los ataques regulatorios interesados, pero que tiene argumentos firmes, respaldo de la ciencia y una buena estructura para mantener legislaciones y entornos razonables, como el que disfrutan actualmente en el Reino Unido y, esperemos, en el resto de Europa.
Las próximas The E-Cigarette Summit tendrán lugar el 4 de mayo de 2020 en Washington (EE.UU.), el 8 de julio de 2020 en Kuala Lumpur (Malasia) y el 20 de noviembre de 2020 nuevamente en Londres (Reino Unido).