La crisis del COVID-19 ha generado, por desgracia, grandes cambios en las relaciones sociales dentro del entorno de trabajo, así como en la realización de las tareas diarias. Además, lo más probable es que esta denominada “nueva realidad” llegue para quedarse mucho más tiempo de lo que esperamos de modo que, es completamente necesario conocer el nuevo protocolo oficial aplicado al entorno laboral, es decir, al estanco de la nueva normalidad.
Lo que hasta ahora era algo normal ya no lo será. Este es el primer punto básico de la denominada nueva normalidad. Con ello me refiero al contacto social. Es imprescindible tener en cuenta que respetar la distancia de seguridad de dos metros, es un imperativo que guarda cierta complejidad si nos referimos a los estancos puesto que, la gran mayoría de ellos son establecimientos de reducidas dimensiones.
Preservar la distancia de seguridad como requisito mínimo
Por lo general, los estancos son negocios que suele gestionar un solo trabajador o dos de manera simultánea. De hecho, para encontrar estancos con un número mayor de trabajadores, ya estamos hablando de establecimientos con un local más grande de modo que se puede mantener la distancia de seguridad sin mayor problema.
Asimismo, las recomendaciones que hace el Ministerio de Sanidad pasan por hacer la entrada al trabajo de manera escalonada. En este caso, se trataría únicamente de contar con una diferencia de cinco minutos para cada trabajador para que no se produzcan aglomeraciones. También, una recomendación muy importante y, que ya están cumpliendo todos los estancos, es la de contar con equipos de protección básicos ya sean guantes, mascarillas, pantallas y geles con solución hidroalcohólica.
Si quieres ir un paso más allá en la gestión del personal en tu estanco, puedes hacerte con un termómetro de infrarrojos para medir la temperatura al personal antes de iniciar su actividad laboral. Estos dispositivos cuestan entre 60 y 100 euros y son una solución que utilizan grandes empresas para controlar la expansión del virus.
¿Cómo gestiono mi almacén y la recepción de productos?
Los almacenes suelen ser espacios reducidos y críticos para mantener la distancia de seguridad. Además, se debe evitar obstaculizar el paso de los clientes con paquetería no solo para mantener la distancia social, sino por la propia integridad del cliente. Es por ello que, para solucionar este tema, el almacén se gestionará con una sola persona para evitar aglomeraciones.
¿Y los productos? Lo más recomendable es que, una vez sacados de las cajas, se desinfecten para su posterior almacenaje. Para ello utilizaremos 20 ml de lejía casera por cada litro de agua. Con esta solución podemos limpiar los envases de los productos así como otras superficies y estancias del estanco para garantizar una desinfección exitosa.
Elementos de protección para el estanco de la nueva normalidad
En este caso, el propietario del estanco será siempre quien provea a sus trabajadores tanto guantes como mascarillas y geles hidroalcohólicos. Por otro lado, un consejo a tener en cuenta para evitar sorpresas, es tener contabilizado este material para hacer pedidos de manera recurrente. No obstante, se han corregido los problemas de abastecimiento y se han regulado los precios de productos como mascarillas para que todos los ciudadanos puedan acceder.
Comunicación con los trabajadores, fundamental
Para que todas las medidas de seguridad sean efectivas y, para que el trabajador disponga de ellas a modo de consulta, puedes enviar por email las medidas que propone el Ministerio de Sanidad y colgar pequeños recordatorios en las zonas comunes como el almacén. Toda precaución es poca. Además, es indispensable que al menor síntoma lo comuniquen para proceder a una cuarentena voluntaria y así no poner en riesgo tanto a trabajadores como a los clientes.
Así será el estanco de la nueva normalidad
Es posible que muchos estanqueros cuenten ya con un cristal blindado tras el mostrador, elemento que garantiza sin duda alguna la seguridad entre el cliente y el trabajador pero: ¿qué puedo hacer en caso de no contar con este dispositivo?
Nunca es tarde para instalar un cristal blindado en el mostrador, pero es una solución bastante cara. ¿La solución con una relación seguridad/precio más razonable? Las pantallas de metacrilato que se comercializan. Por poner un ejemplo, una pantalla de 99 cm de ancho por 78 de alto con una ventana para deslizar los productos por debajo, puede costar algo menos de 60 euros.
Asimismo, es recomendable contar con geles hidroalcohólicos para los clientes (para las situaciones en las que las operaciones se realicen en metálico) y también para la seguridad de los trabajadores. También hay otra opción que es contar con un dispensador rellenable, medida que podría ahorrar algún coste.
Por otro lado, la cartelería informativa con indicaciones para los clientes, se convierte en imprescindible. En ella indicaremos:
- Mantenimiento de la distancia de seguridad
- Evitar el pago en metálico
- La disposición de geles de uso generalizado
Para concluir, sería una medida muy positiva indicar en el suelo del propio estanco la distancia de seguridad que debe guardar un cliente con respecto a otro. Es un acción sencilla que puede ahorrar un mal trago.
Limpieza del estanco: obligatoria de manera diaria
Desde el Ministerio de Sanidad han indicado que las labores de limpieza y desinfección son fundamentales para combatir al virus al igual que las de ventilación del local. Es por ello que, de manera diaria, habrá que hacer una desinfección y limpieza del estanco. Teléfono, teclado, TPV, armarios, lineales y terminales de pago son los puntos críticos para desinfectar de manera diaria. El estanco de la nueva normalidad ha de ser un punto aséptico.
¿Cuánto nos van a costar estas medidas de protección?
Termómetro de infrarrojos: 70 euros
Set de 240 mascarillas quirúrgicas: 183 euros
Estación de higiene: 25 euros
Caja con 4 garrafas de 5 litros de líquido hidroalcohólico: 240 euros
24 botellas de 1 litro de gel hidroalcohólico: 351 euros
2 pantallas de metacrilato: 120 euros
Total: 989 euros