Uno de los principales temores más comunes entre los estanqueros es que se produzca un robo en el estanco, no solo por los desperfectos que se puedan producir, sino por todo el stock de productos potenciales de robo. Un evento de este tipo puede prácticamente cerrar un negocio pero, si seguimos esta serie de consejos, es posible minimizar el impacto e incluso evitarlo. Los robos a estancos son el peor escenario que se puede dar para el negocio, ¿por qué?: Por los daños que se pueden dar en el establecimiento y las secuelas psicológicas que pueden generar.
¿Qué daños producen los robos a estancos?
El daño económico traducido en el robo de la recaudación, del stock y de otros elementos de valor como pantallas, visuales, TPV, etc. Daños psicológicos y morales. Superar un robo en el estanco es un trago muy amargo, de hecho ha habido casos en los que los propios estanqueros han decidido echar el cierre para no continuar con la actividad o incluso han decidido vender el estanco.
¿Qué medidas se pueden tomar para evitar el robo en el estanco?
No nada mejor que prevenir. La prevención en el estanco es la clave para ahuyentar a los atracadores. Las medidas pueden ser de seguridad activa o pasiva y también han de prever y cubrir los periodos en los que estamos dentro del estanco o cuando está cerrado.
Es por ello que los principales consejos que se pueden seguir en este aspecto son:
- Instalación de equipos de videovigilancia. Estos son elementos disuasorios que funcionan a la perfección tanto para pequeños hurtos o robos cuando estamos dentro del estanco. Una de las claves es mostrar mediante un monitor de cara al público, que esas cámaras están grabado. Todo ello debe estar debidamente señalizado y acorde con la ley de protección de datos. Asimismo, instalar un cartel informativo en la puerta del local también ayuda a evitar el robo en el estanco.
- Instalación de equipos de niebla. Sí, son los mas caros, pero los más efectivos. También aseguran que el material no sufra daños gracias a la composición del humo que genera.
- Contratar una póliza de seguro que sea fiable y cubra los intereses del estanquero. En estos casos lo mejor es invertir una cantidad generosa de dinero para evitar sustos en el futuro.
- Evitar las acumulaciones de grandes cantidades de dinero. Si estableces un protocolo casi diario de ingreso de dinero en el banco, puedes evitar que la caja registradora acumule suculentas cantidades para los ladrones.
- Almacenaje. En caso de que disponer de un estanco de grandes dimensiones, lo más apropiado es ubicar el almacén en la parte más alejada de la entrada al estanco. Asimismo, hay expendedurías ubicadas en zonas antiguas de ciudades como Madrid o Barcelona, cuyos almacenes se encuentran en sótanos debajo de la planta principal, como en los antiguos bares. Esa es sin duda la mejor ubicación para el almacén.
- Disposición de los productos. Es cierto que el mostrador del estanco debe contener los productos de mayor consumo y los que generen ventas cruzadas, para estimular las ventas en el establecimiento. Lo ideal, en caso de contar con un estanco de grandes dimensiones, es repartir la oferta de productos por todo el local. Es decir, si se cuenta con una pequeña cava, ubicarla en el punto más lejano de la puerta de la expendeduría junto con los artículos de fumador, objetos que suelen tener gran valor. La idea es ganar metros para que los ladrones tengan que recorrer la mayor distancia posible y eso les haga cejar en su empeño.
Los robos a estancos de los escenarios que se pueden dar, pero también se puede sufrir un robo en el exterior. Con esto nos referimos a los atracos a la hora de trasladar el dinero al banco para ingresarlo. Lo más recomendable es ir siempre acompañado de otra persona que pueda ayudarnos, evitar el uso de mochilas u otros elementos que sean susceptibles de un tirón, no transportar grandes cantidades de dinero (es mejor hacerlo en pequeños bloques) y, también muy importante, modificar la ruta y el horario.
¿Cómo actúo en caso de que se produzca un robo en el estanco?
Si desgraciadamente todas estas medidas preventivas enfocadas en la disuasión, no han funcionado, lo más importante ante un atraco es mantener la calma, no enfrentarse a los atracadores y denunciar lo antes posible ante las autoridades. La colaboración, junto con la templanza son claves para que este desgraciado evento no se cobre ningún daño personal.
De este modo lo más aconsejable es:
- Mantener una actitud colaboradora con los ladrones
- No realizar movimientos bruscos ni de activación de la alarma
- Mostrar especial atención en los movimientos o rasgos físicos del atracador que puedan ayudar a identificarlo
- Utilizar la calma para que la situación no vaya a mayores
- Denunciar, siempre denunciar